Ritornello, Música Clásica

 

 

 

"Ver" un concierto o el baile del músico

 

Hoy en día y observando desde los tiempos que llevo leyendo sobre música clásica, escuchando e investigando con el tiempo me doy cuenta de lo maravillosa que es la experiencia del directo.

 

Antiguamente, compraba muchos discos para luego cuando había una oportunidad y en directo escuchaba las obras. Hoy en día prefiero el directo. Cuando veo las entradas de instrumentos determinados, como diferentes grupos de cuerdas, Violín, Viola, Vilonchelo y Contrabajo tocan diferentes notas, o tutti o en silencio dejando a otros instrumentos que hagan su labor.

 

El ver como un músico se mueve cuando interpreta algo para generar de una forma expresiva la transmisión del sentimiento que llega al público, me conmueve, ya que veo en ello como un baile, es decir, y por ello creo en que la afirmación de "ver un concierto" es acertada bajo mi punto de vista.

 

Lo que cada persona transmite es muy particular e irrepetible. Ya sea en percusión o en cualquier familia de instrumentos de la orquesta.

La afinidad con cada músico para con el público es también una parte de suma importancia ya que con su interpretación y con su movimiento que genera mediante un contacto visual con el destinatario, que no es otro que el público, la transmisión de un sentimiento que acompaña al sonido emitido por el correspondiente instrumento.

 

Ayer, el Teatro Monumental, se corroboró más mi cabecera de artículo cuando, viendo, al pianista  Joaquin Achucarro al piano y visualizando cada grupo de instrumentos, cuando a continuación comenzé a visualizar individualidades para observar "el baile o la danza del músico" muy personal y tal vez muy descriptivo de cada uno.

 

La sensación fue sublime en todo el concierto, no solo observando la progresión en el concierto de "Robert Schumann Op.54 para piano y orquesta" sino que también en el resto de las obras que con la dirección, "o tal vez también podríamos decir el baile" del Maestro Carlos Kalmar, la cual a la vez que enérgica, me resulto tener un lenguaje muy claro, comunicación directa con el público, la cual generaba una invitación a un grán baile, tal vez a una celebración, tal vez a un disfrute general, en realidad el sentimiento de cada persona es noble y debe ser el resultado de haberse sentido satisfactoriamente bién y que la comunciación (aplausos) o comentarios sea el objeto de que un arte como la MÚSICA se refleje en nuestro sentimiento.

 

Inspiración al artículo ha sido:
 Robert Silla Aguado (Oboe Solista de la OCNE)

 Ramón Borreguero